RESOLUCIÓN DE LA COMISIÓN EJECUTIVA DE IU-CM
IU hace un llamamiento a ampliar y reforzar el Acuerdo de Estabilidad en Caja Madrid
A lo largo de los últimos meses, caracterizados por un clima de desencuentros, tensiones e inestabilidad normativa y política en el entorno de los órganos de gobierno de Caja Madrid (CJM), IU junto con las demás fuerzas firmantes del anterior Acuerdo de Estabilidad (2006/2001/1996) no ha dejado de plantear y pedir la reedición y actualización del mismo.
Para IU resultaba claro que el Acuerdo de Estabilidad había probado sobradamente su eficacia en el pasado y que –más allá de ampliaciones y actualizaciones deseables– debía convertirse en una pieza básica e imprescindible del futuro de la caja, tanto para garantizar en términos inmediatos la renovación ordenada de los órganos de gobierno como para consolidar a largo plazo la estabilidad institucional y corporativa de la entidad.
Los graves desafíos derivados en el orden financiero y estratégico de la crisis financiera y bancaria internacional, no han hecho más que contribuir a resaltar el valor crucial de una fórmula de Acuerdo que sitúa la Estabilidad y la corresponsabilidad corporativa, como una cuestión básica en una entidad financiera de carácter social y composición plural de todos sus órganos de gobierno a partir de la propia asamblea general.
Frente a las tentaciones de ensayar y aplicar fórmulas de carácter bipartidista e incluso tripartitas, es bien conocido que IU siempre ha defendido en relación con los órganos de gobierno de las Cajas de Ahorro, la aplicación –en términos acordes con el modelo de la LORCA- de fórmulas abiertas a la pluralidad política y social. Esta opción no sólo tiene, desde el punto de vista de IU, la virtud de facilitar la más amplia participación en el destino de entidades de naturaleza social como son las cajas, sino que además ha manifestado ser más eficaz a la hora de garantizar la imprescindible estabilidad e independencia institucional y para en, definitiva, evitar los riesgos latentes de gubernamentalización e injerencias distorsionantes en las decisiones financieras. La experiencia y los resultados últimos registrados por ciertas cajas en el contexto de la crisis parecen resultar elocuentes al respecto.
Se equivocarían aquellos que quisieran interpretar la reedición del Acuerdo de Estabilidad como el resultado de una carambola del último momento, o de un giro radical en las posiciones de los firmantes. En realidad, la reedición del Acuerdo de Estabilidad –al que una parte de los firmantes, entre ellos IU, nunca habían dado por liquidado—ha terminado emergiendo como la respuesta natural ante un fracaso anunciado. El fracaso del intento promovido en los últimos meses para alcanzar un acuerdo bipartidista en torno a la Caja. Un intento que ha fracasado casi a las puertas de su formalización, pero que en cualquier caso, de haberse materializado, estaba abocado igualmente al fracaso, más pronto que tarde, por su intrínseca incapacidad para aportar la estabilidad institucional que la Caja necesita a largo plazo.
La reedición del Acuerdo de Estabilidad, cuyo contenido e información deben trasladarse en tiempo y forma a los órganos de dirección y a la afiliación de IU-CM, nace con la firme y decidida voluntad y compromiso de todos los firmantes –PP, CCOO-COMFIA, UII e IU—, tal como se expresa literalmente en el mismo, de ser un Acuerdo abierto e integrador. Las fórmulas de integración o aproximación al Acuerdo pueden ser varias y flexibles. Y solamente parecen requerir una lógica exigencia:: que resulten congruentes con la pluralidad que soporta y persigue el Acuerdo y, al tiempo, que resulten acordes con la sostenibilidad del principio de Estabilidad institucional que busca el mismo. Desde su radical voluntad de integración el Acuerdo contempla promover la ampliación de la comisión ejecutiva en dos miembros y la creación de una nueva vicepresidencia con el objetivo de asegurar la plena presencia de la pluralidad en los órganos de gobierno. Consideramos que a través de esta ampliación, el PSOE, que en el pasado renuncio (2003) a estar presente en la comisión ejecutiva y a ocupar una de las dos vicepresidencias , la otra vicepresidencia desde 1996 estaba asignada por unanimidad a IU, no encuentre ninguna dificultad para reincoporarse plena y efectivamente a la administración corresponsable de la entidad.
Es la hora de sumar desde la corresponsabilidad plural y plena. Es la hora de asentar las bases para que Caja Madrid pueda enfrentar con todas las garantías –y la preservación de su naturaleza jurídica– la superación de la crisis del sistema financiero; desplegando plenamente sus amplias potencialidades para situarse en las mejores condiciones a la hora de afrontar una nueva y larga etapa de desarrollo y crecimiento al servicio de sus impositores y clientes en general, al servicio de la sociedad madrileña y española, al servicio siempre y especialmente en esta etapa de crisis económica y penurias sociales, de las demandas solventes de las familias y pymes.
Madrid, a 16 de junio de 2009
